El experto en supervivencia y toma de decisiones difíciles, Álvaro Vizcaíno, repasó desde una perspectiva alegórica su historia de naufragio, y supervivencia y aprendizaje en la última entrega de nuestra serie de webinars impartidos por referentes en distintos ámbitos.
A continuación, te detallamos las ideas principales y ponemos a tu disposición el vídeo completo de la conferencia.
Reflexionando sobre el pasado y el presente, Álvaro Vizcaíno asegura que no importa los pasos que nos trajeron hasta aquí, es irrelevante si fueron las circunstancias o las decisiones las que nos trajeron a este momento. Lo equipara con el instante en el que se encontró al borde de un acantilado, por el que se precipitaría durante un accidente. “Lo único que tenemos que nos hace libres son nuestras decisiones”, asegura.
Aceptación en lugar de resistencia
Álvaro nos anima a salir de la normalidad, porque nuestra respuesta puede ser una que no esperamos, y nuestro límite y potencial desaparecer, reinventarnos. En ese salto al vacío, en el que habrá pérdidas, acabamos en otro medio que te hace manejarte con dificultad. Añade que la historia demuestra que podemos movernos en cualquier medio, y tenemos una gran capacidad de regeneración.
¿Qué pasa cuando uno empieza a luchar, y todo es estrés, el foco de la mente es la lucha? En su experiencia, cuanto mayor es la resistencia mayor el hundimiento. Álvaro Vizcaíno cuenta cómo al hundirse en el mar miró hacia su interior, donde vio cosas importantes: que no sirve de nada tanto estrés, que cuando más controlas y planificas, más pesado te vuelves. Propone dejarse ir. La “aceptación” es la principal lección que aprendió de esta experiencia.
La ola manda la dirección, y solo podemos adaptarnos, pero eventualmente la ola acaba y nos engulle. El surfing le ha enseñado que cuando una fuerza tan poderosa viene, tu única oportunidad de salir airoso es aceptar, rendirse, porque son las emociones las que nos ahogan, es el miedo el que nos acaba extenuando. Habla del fenómeno de descompresión que sufrió, y cómo aceptó que por muy amenazante que parezca el entorno siempre hay una posibilidad de investigar que hay dentro.Adaptarse para sobrevivir: ¿Cómo nos adaptamos si ofrecemos siempre los mismos patrones de respuesta, que cuando todo era normal y seguro? Nuestras creencias limitantes y de nuestro potencial.
Amor y miedo
Solo hay dos fuentes de motivación en el humano, el amor y el miedo, dos caras de una misma moneda. No es o el amor o el miedo, son los dos. El miedo nos tiene alerta, nos hace prepararnos, prever, ser curiosos, inconformistas. “Ama tu miedo”, insiste. Aquello a lo que te atreves a mirar empieza a no ser tan desconocido, es más manejable. Nuestro potencial es ese: no incrementar el miedo sino hacerlo nuestro aliado. “Cuando solo tienes un plan A y renuncias a un plan B el mundo viene a ayudarte y siempre hay una posibilidad en la que probablemente no habrías pensado”. Añade que “si estamos orientados a la supervivencia, estamos orientados a las dificultades”. Los obstáculos aparecen solos, no hay que centrarse en ellos, sino aceptar que están ahí.
Surfear la ola
Somos un pueblo de aventureros, de gente valiente, que lo suman personas que han sabido explorar el mundo hacia lo desconocido, en busca de aventura, y capaces de adaptarse, de ser sociables e integrarnos. No hay que centrarse en lo que pasó ni en lo que vendrá, sino ir surfeando la ola, adaptándonos a cada momento, en el aquí y el ahora. Ocuparse de la persona más importante: tú. Revela la frase que salvó su vida: “Álvaro, pase lo que pase voy a estar ahí”.
Afrontar el miedo a morir
El miedo a morir se afronta con la certeza de que vas a morir. La muerte es la pérdida última, es perder todo. Propone el ejercicio de cerrar los ojos y ver lo que aflora, ver cosas importantes, y “al mirar de alguna forma te haces cargo de ellas”. El miedo a la muerte se libera un poco porque ya has decidido hacer algo.
Miedos
Para Álvaro Vizcaíno, la gestión emocional es un proceso, se trata de observar, aceptar y decidir. Si nos liberamos de la necesidad de un final, el proceso es mucho más llevadero. Sostiene que lo más transgresor que podemos hacer es cerrar los ojos y mirar lo que llevamos dentro, algo que muchas veces no queremos hacer. Nos anima a poner el foco dentro, ponerlo fuera implica una escasez en el interior. “Tus juicios hablan de ti, atrévete a mirar dentro sin juzgarte. La aceptación nos da una fuerza brutal”, agrega. La capacidad de observarnos a nosotros mismos con compasión es una lección que Álvaro Vizcaíno aprendió durante su accidente y invita a todos a practicar.
Miedo a lo desconocido
El miedo más irracional es lo desconocido. Cuanto más misterioso y más irracional, más posibilidad de control tiene el miedo sobre nosotros. El misterio de ese miedo se puede resolver dentro de nosotros, empezando a limitar nuestros miedos. El miedo paraliza y distrae, pero puede ser movilizador.
A continuación puedes ver el vídeo completo de la conferencia:
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