«Ama la vida. Vívela con pasión. Lucha por tu sueño. Te podrás caer, pero levántate con más impulso. La vida es lo más hermoso que tienes». Estas son las primeras líneas que Francisco Luzón escribió en su libro El viaje es la recompensa (La esfera de los libros, 2017). Ayer, el autor falleció después de una lucha de más de siete años contra la ELA.

Lo conocimos a principios de 2016, cuando nos explicó su proyecto de lucha contra una dura enfermedad que ya era visible en su cuerpo. Aunque no podía hablar y se apoyaba en una aplicación móvil de voz y un pequeño altavoz, conservaba intactas todas las cualidades del gran directivo que había sido. Una mirada firme y clara, una sonrisa sincera y empática y explicaciones sin rodeos: objetivo de la reunión, necesidad y puntos claros en los que podíamos aportar valor a su proyecto. A los cinco minutos de conversación ya tenía nuestro compromiso para ayudarle en su nueva misión: la creación de su fundación de lucha contra la ELA.

Con una trayectoria profesional intachable como uno de los referentes de la modernización del sistema financiero español durante los años ochenta y noventa, Luzón no se rindió tras el diagnóstico de la enfermedad. Hizo de su desconcierto y su miedo ante una patología tan desconocida su nueva misión personal: luchar contra la ELA visibilizando la enfermedad, creando una comunidad de atención multidisciplinar al paciente y apoyando la investigación clínica con el objetivo puesto en lograr una cura para la enfermedad.

Se lanzó a su nuevo reto con la determinación y el espíritu combativo que habían guiado toda su vida personal y profesional. Tanto lo que hizo en el sector bancario, las decisiones que tomó y los resultados que obtuvo; como lo que consiguió transmitir e inspirar a lo largo de su vida. Como lo definió ayer Joaquín de la Herrán, patrono de la Fundación Francisco Luzón, en su artículo en El Economista, «un caso excepcional de coraje, entusiasmo, solidaridad, liderazgo continuado, (…) un comportamiento de gran ser humano en todas sus facetas».

Muchas son las lecciones que Francisco Luzón deja como legado a los líderes empresariales en este tiempo de pandemia que está desafiando al mundo. Empresarios, CEO y directivos que tienen como reto esencial que sus empresas recuperen su actividad y al mismo tiempo contribuyan de manera eficaz a la recuperación económica que tanto necesita nuestro país.

Siguiendo su ejemplo, en este contexto incierto en el que vivimos, los CEO han de enfocarse en el cuidado de tres dimensiones que vertebran su reputación, que tanto cuidó y trabajó Luzón: liderazgo, gestión empresarial y ciudadanía. Son las tres que más importancia tienen en la percepción pública de su actividad significando el 59% del total. Según nuestro Estudio de la Reputación de los Líderes con Propósito en España, hoy activar el propósito corporativo es uno de los grandes retos de las empresas en el presente y el futuro más inmediato.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, esa necesidad de líderes responsables y con propósito, os compartimos 14 lecciones que nos dejó Francisco Luzón:

  1. No des un paso sin llevar al hombro «una mochila llena de principios» como austeridad, disciplina, esfuerzo, sacrificio, determinación, autonomía e iniciativa para avanzar con el claro objetivo de contribuir a la sociedad creando valor, independientemente del ámbito o sector en el que operes.
  1. Consolida tu liderazgo sobre la base de que las personas son lo esencial, lo más importante de una organización exitosa. Son el puntal fundamental de toda empresa y la pieza clave de toda construcción que persiga un objetivo. No seas nunca un jefe de despacho. «Ten los pies siempre en el terreno».
  1. El trabajo en equipo es la crucial: La clave del éxito está en cómo las personas se relacionan dentro de la organización, en que se sientan protagonistas del proyecto y comprometidas con él. Sustenta tu gestión en la proximidad y en la confianza con todos los miembros del equipo. Evita la crítica dañina porque destruye la relación profesional y siempre repercute en el resultado.
  1. Ten miedo, pero para superarlo: el directivo persistente y luchador es el que supera siempre el miedo en cualquier contexto empresarial de incertidumbre.
  1. Guíate por una filosofía vital de sacrificio constante. Los principales valores profesionales son el esfuerzo, la determinación y el trabajo duro, tres elementos fundamentales para convertir toda idea en algo tangible. Una trayectoria directiva es un camino de largo recorrido en el que la recompensa al esfuerzo tarda tiempo en llegar, pero siempre llega si la buscas con sacrificio.
  1. No te dejes llevar por la incertidumbre o la desesperación. Es mejor coger el camino más difícil para ganarle el pulso al derrotismo. Siempre hay que plantar batalla a la situación, por muy incierta o compleja que sea. Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado. Rendirse no es una opción, porque rendirse es definitivo. Hay que luchar hasta el final y hacer de la debilidad tu mayor fortaleza. Cuando te sientas débil comprométete más con tus objetivos.
  1. Siempre sé tú en tu esencia: sea cual sea el contexto empresarial y el entorno, sigue siendo tú en tu esencia. Luzón lo expresó siempre en sus entrevistas a medios de comunicación porque «es lo que he hecho toda mi vida». Nietzsche lo expresó con claridad: «aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los «cómo»».
  1. Enfócate en el lado positivo: aunque las circunstancias cambien negativamente, inclina siempre tu visión hacia el lado positivo con actitud, voluntad y motivación.
  1. Analiza con profundidad los acontecimientos, sobre todo los de carácter negativo. Extraerás las mejores conclusiones y vías de acción que te ayuden a adaptarte a la nueva realidad. En una mala experiencia puedes cosechar pesimismo y decepción, pero de ella también se puede extraer algo positivo. Y es ahí donde entra el carácter transformador. En lugar de dejarte manejar por la situación negativa, agárrala con firmeza, exprímela en positivo y sácale todo el jugo que puedas.
  2. Ten un compromiso claro con la transformación de la sociedad. Sé un catalizador, un transformador de realidades. «El cuerpo no depende de ti, pero el espíritu sí. Lo importante en la vida es aportar cosas buenas al mundo, no buscar a toda costa el logro personal. No permanezcas indiferente a la realidad social. No puedes mirar hacia otro lado, tienes que actuar y tienes que empezar ya. Aunque lo que pretendas no sea fácil de lograr o no lo sea en el corto plazo. Crea, junto a un buen equipo profesional con mucho talento e imaginación, proyectos y políticas ESG con impacto estables y viables a largo plazo».
  3. Crea un discurso personal para, desde tu posición, tener la capacidad de aumentar el alcance del mensaje que quieres transmitir y la oportunidad de divulgarlo para que levante una concienciación social efectiva. Sé un buen comunicador para generar empatía y proximidad tanto en el ámbito privado como el profesional.
  1. Busca el trabajo y la colaboración en red para crear una plataforma donde se conecten de forma transversal todos aquellos colectivos que guarden relación directa o indirecta con tu objetivo. Impulsa proyectos con impacto social de la mano de las administraciones públicas, las asociaciones empresariales y las plataformas profesionales, sociales y ciudadanas. El modelo de alianza público-privada es eficaz para el progreso en muchos campos.
  1. Sé soñador e inconformista. Los inconformistas son los que mueven el mundo. El ser humano razonable se adapta al mundo y el no razonable es persistente en tratar de adaptar el mundo a él. El progreso depende del razonable, del que busca nuevas formas de afrontar los problemas. 

 

Todos los miembros del equipo de Thinking Heads queremos mandar nuestro más sentido pésame a la familia de Francisco. Lamentamos muchísimo su pérdida, a la vez que nos sentimos muy orgullosos de ver el legado de lucha contra la ELA que ha dejado. Siempre recordaremos el referente empresarial y social que ha sido, su ejemplo, su vitalidad y la determinación con la que ha luchado contra la enfermedad y ha dado voz a todos los pacientes.

Tu legado se mantendrá siempre vivo. DEP, querido Paco.