Gro Harlem Brundtland

¿Quién es Gro Harlem Brundtland?

Gro Harlem Brundtland es una líder política pionera que se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de Primera Ministra de Noruega, siendo además la líder más joven en la historia del país. También se desempeñó como Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a partir de 1998. Su compromiso con el servicio público comenzó a una edad temprana, cuando se unió a la organización infantil del Partido Laborista Noruego a los siete años. Sus ideales internacionalistas se fortalecieron en Harvard, donde trabajó con destacados expertos médicos de todo el mundo. A los 41 años, Brundtland asumió el liderazgo del gobierno noruego con un gabinete marcado por la igualdad de género.

Como presidenta de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como la «Comisión Brundtland», introdujo el concepto de desarrollo sostenible en su informe *Nuestro Futuro Común*, influyendo de manera decisiva en la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro. Más tarde, como Directora General de la OMS, lideró la lucha global contra amenazas sanitarias como el SARS. En 2007, fue nombrada Enviada Especial de la ONU para el Cambio Climático, consolidando su papel como defensora global de la sostenibilidad y la salud pública.

¿Cuál es su Trayectoria?

Gro Harlem Brundtland ha tenido una carrera multidisciplinaria en medicina, defensa del medio ambiente y liderazgo global. Se formó como médica en la Universidad de Oslo y obtuvo una beca en Harvard, donde su visión de vincular la salud pública con el desarrollo y el medio ambiente empezó a tomar forma. Al comienzo de su carrera, trabajó en el Ministerio de Salud de Noruega, enfocándose en temas de salud infantil. En 1974, fue nombrada Ministra de Medio Ambiente, cargo en el que vinculó la salud pública con las preocupaciones ambientales.

En 1981, Brundtland se convirtió en la primera mujer en ser Primera Ministra de Noruega, rol que ocupó durante más de una década, impulsando políticas progresistas en derechos de las mujeres, igualdad de género y sostenibilidad. Como presidenta de la Comisión Brundtland, popularizó el desarrollo sostenible como una prioridad global. Posteriormente, en la OMS, lideró la respuesta a amenazas sanitarias globales como el SARS y lanzó programas clave para combatir el paludismo, la tuberculosis, el SIDA y otras enfermedades, siempre con un enfoque en la salud pública como motor del desarrollo económico.