Todas las miradas en Europa –y las perspectivas de su futuro próximo– se han centrado en las próximas elecciones de Francia y Alemania, en los recientes comicios en los Países Bajos y en la posible llamada a las urnas en Italia. Menos atención ha recibido, en cambio, el referéndum que se celebrará en Turquía y que otorgaría un mayor poder a su presidente Recep Tayyip Erdoǧan. En juego está el futuro de la democracia turca, pero también el equilibrio en una zona geoestratégica crucial. ¿Qué consecuencias geopolíticas puede tener el referéndum turco?

Claves

  • El referéndum que se celebrará el próximo 16 de abril busca modificar el sistema de gobierno, pasando de un régimen parlamentario al estilo europeo a un sistema presidencialista que fortalecería la figura y atribuciones de Erdoǧan.
  • Sus defensores abogan por un liderazgo fuerte como única forma de lograr la estabilidad política mientras que sus detractores temen un retroceso antidemocrático.
  • El desenlace de la votación afectará a las futuras relaciones turcas con el resto de los países y potencias del mundo.
  • En el escenario actual, Turquía se ha vuelto un actor estratégico en los conflictos en Oriente Medio, fundamentalmente en la guerra en Siria y en la crisis humanitaria de los refugiados.

 

Sobre el referéndum: a favor y en contra

Según Foreign Policy, los funcionarios gubernamentales defienden las enmiendas como medidas de sentido común para asegurar la estabilidad político-administrativa a través de un liderazgo fuerte –necesario para ellos si se tiene en cuenta el intento fallido de golpe de Estado del verano pasado– y para reformar una constitución antidemocrática ideada por la última dictadura militar.

En declaraciones al Instituto de Radio y Televisión de Turquía, el vice primer ministro turco, Numan Kurtulmus, ha argumentado que “Turquía tiene que liberarse de sus cadenas para poder ocupar el lugar que le corresponde en el mundo, ya que éste se encuentra en constante mutación y nuevos equilibrios político-económicos se van configurando. Nuestro país debe ser capaz de tomar decisiones rápidamente”.

Por el otro lado, Aljazeera reporta que la oposición interna y parte de la comunidad internacional temen que los cambios persigan el único objetivo de debilitar el poder del parlamento, fortaleciendo de esta manera la ya poderosa figura del presidente Erdoǧan.

Esta última es la opinión de la Comisión de Venecia, brazo constitucional del Consejo de Europa, que según la emisora internacional alemana Deutsche Welle (DW) ha manifestado que el voto positivo en el referéndum tendría como resultado la instauración de “la autocracia y un régimen de una sola persona” en Turquía.

Más allá del referéndum: sus posibles consecuencias y ramificaciones

Dejando de lado las discusiones estrictamente constitucionales y de corte político-institucional, el futuro de la estabilidad política en Turquía es de importancia crítica en tres dimensiones que se encuentran estrechamente interrelacionadas:

  1. Relación Turquía UE y los refugiados

La campaña por el referéndum generó fuertes tensiones en países europeos receptores de inmigración turca como Holanda y Alemania. Altos funcionarios turcos planearon realizar actos de campaña en suelo germano y holandés para captar los votos de los migrantes pero fueron impedidos por las autoridades locales, llevando a que Erdoǧan tildara estas actitudes de nazis. La estrategia parece clara: definir e identificar al enemigo externo –en este caso algunos países de la UE o la propia UE– para movilizar a sus votantes.

A pesar del fuerte rechazo que generaron las declaraciones del presidente turco, Alemania en particular y la Unión Europea en general no pueden darse el lujo de poner en peligro las relaciones con Turquía, especialmente por el amplio acuerdo firmado en marzo de 2016 que buscó contener la llegada masiva de inmigrantes a Europa. En este sentido, Erdoǧan ha prometido cancelar el acuerdo numerosas veces, una amenaza que tiene resonancia particular para Angela Merkel ya que su país contó con cerca de 900.000 solicitantes de asilo en 2015, según Vox. En este sentido, la posible adhesión de Turquía a la UE parece cada vez más lejana.

Por último, Turquía es una parte fundamental en las negociaciones sobre la posible reunificación de Chipre. Mientras la República de Chipre es un Estado Miembro de la UE, un tercio de la isla es, desde 1974, la República Turca del Norte de Chipre. En la actualidad, ambos gobiernos están en negociaciones pero éstas se pararon en febrero por diversos motivos según las partes. El presidente de la República de Chipre Nicos Anastasiades, comentó que “habría sido más honesto [para el líder turcochipriota Mustafa Akinci) decir que era mejor suspender las negociaciones hasta que finalice el referéndum [en Turquía]”, según la entrevista a Michele Kambas para Reuters.

  1. El nuevo escenario mundial: Trump, Rusia y el papel de Turquía en Oriente Medio

El asesinato del Embajador ruso en Turquía a manos de un policía turco el diciembre pasado podría haberse interpretado como una posible fuente de conflicto entre ambos gobiernos en medio de las protestas en las principales ciudades de Turquía contra la intervención de Rusia en el conflicto sirio. Sin embargo, los presidentes de sendos países condenaron el atentado como una provocación y reafirmaron el compromiso de sus gobiernos en la lucha contra el terrorismo, reuniéndose en los días siguiente con su par iraní, conforme lo reportado por The Economist.

Geopolíticamente, Turquía ha jugado un papel fundamental como vanguardia de Occidente en Oriente Medio, especialmente de los Estados Unidos, a partir del ingreso turco en la OTAN. Sin embargo, estas relaciones se han visto deterioradas en los últimos 15 años ya con Erdoǧan en el poder y Rusia ha visto una oportunidad única para ganar territorio de influencia.

Las figuras presidenciales de Rusia y Turquía se sustentan ambas en la noción de un liderazgo sólido y las modificaciones que podría introducir el referéndum beneficiaría no sólo a Erdoǧan sino también a Putin. La victoria de Donald Trump, su constante adulación al presidente ruso y su defensa de las formas de gobierno fuertemente presidencialistas podrían también acercar el gobierno norteamericano a Turquía, reforzando aún más el liderazgo de Erdoǧan, pero complicando a su vez su relación con la UE.

  1. La guerra civil en Siria y el rol turco en el posible desenlace del conflicto

Aliado de Putin, el líder sirio Bashar Al-Assad ha llevado adelante una represión sin cuartel de las oposiciones internas a su gobierno. En este escenario, Erdoǧan ha jugado un papel más bien opositor al régimen de Damasco (a pesar de su acercamiento a Rusia), alineándose a los dictámenes de la administración de Obama. Sin embargo, este escenario podría verse alterado profundamente con los cambios en la política exterior norteamericana. Así, una victoria en el referéndum reforzaría el liderazgo de Erdoǧan, volviéndolo una pieza fundamental para el futuro del conflicto en Siria y una figura central frente a la Unión Europea, Rusia y los Estados Unidos.

En conclusión: el referéndum turco y Europa

Como hemos visto, el referéndum podría tener profundas consecuencias para el futuro de la democracia turca, pero su resultado también afectaría las relaciones de poder establecidas en una de las regiones más inestables del mundo.

Las ramificaciones de este proceso político tienen vital importancia para todas las grandes potencias pero especialmente para la UE, como hemos visto. A su vez, ciertos temas que ya generaban tensiones entre ambos actores, como las relaciones con Grecia o Chipre, entre otras, podrían alcanzar nuevos niveles de conflictividad frente al posible escenario futuro.

En este sentido, se vuelve necesario seguir muy de cerca el desarrollo de estos hechos.