La reputación de un país se mide en base a su calidad de vida, su calidad institucional y su nivel de desarrollo y de la denominada “economía de la reputación” depende que se quiera invertir en él, que se quiera visitar, que se elija como lugar de residencia o que se compren productos y servicios del mismo. Estas son las variables que Reputation Institute ha analizado en su último estudio ‘Informe sobre la reputación de marca España en el contexto europeo’ que presentó el pasado 12 de diciembre en Madrid, que concluye que casi el 62% de los ciudadanos europeos consideran que la imagen de España se ha visto perjudicada por la crisis catalana.

En cuestión de siete meses, la imagen de marca de España entre nuestros socios europeos ha descendido 3,1 puntos, rompiendo la tendencia positiva que el país venía experimentando desde el año 2014. Donde más perjudicada se ha visto nuestra imagen es en Alemania y Francia, donde se han experimentado descensos de 7,6 y 4,4 puntos, respectivamente.

España pierde atractivo como país

Como destaca Reputation Institute, de quien Thinking Heads es partner en su posicionamiento estratégico y trabajamos con ellos en la difusión de estos informes, una caída en la reputación de un país disminuye directamente su atractivo.

Los europeos que visitarían España pasan del 87,4% al 82,4%, cinco puntos menos con un impacto negativo directo en uno de los sectores claves para el país: el turismo. Lo mismo sucede con la posibilidad de elegir España como lugar de residencia, de comprar productos o contratar servicios españoles o trabajar aquí.

La previsión de inversión empresarial también cae

La situación política que vive España está suponiendo que las probabilidades de inversión bajen en nuestro país y, de forma más latente, en Cataluña. Así, 3 de cada 10 CEOs encuestados afirman que sus planes corporativos de inversión comercial en España y Cataluña se reducen y en torno a la mitad de los directivos propondría planes de desinversión o salida de España si la crisis catalana continúa.

El informe calcula que un descenso del 1,95% en la inversión directa y la caída del 15,37% de visitantes supondría una factura económica de 12 mil millones de euros. Esta es parte de la potencial factura económica que este descenso de la reputación de la marca España puede generar para la economía española.

La reputación corporativa catalana ya se ha visto gravemente tocada por el proceso independentista, tal y como mostraba el último informe de Reputation Institute, y es que este tipo de eventos tienen consecuencias de alcance en todos los sectores y ámbitos, ya sea en la reputación de las empresas o en la del propio país.

“Existen importantes oportunidades de desarrollo para continuar fortaleciendo la reputación de la marca España y estas pasan indudablemente por generar una narrativa que fomente un mayor conocimiento de nuestra calidad institucional, no como respuesta a la situación en Cataluña, sino como refuerzo de nuestro compromiso con la democracia moderna”, Enrique Johnson, director general de Reputation Institute España.