La mesa redonda que cerró el Thinking Heads Virtual Summit trató sobre las necesidades y estrategias de las empresas para la recuperación tras la crisis de la COVID-19.

Atrás quedaron la primera jornada del summit (una sucesión de más de treinta ponencias encadenadas) y las mesas redondas sobre el futuro de la economía y de la política. 

Los encargados de poner ese broche de oro fueron Belén Barreiro, experta en comportamiento social y del consumidor, fundadora y CEO de 40dB y presidenta del CIS (2008-2010); Federico Linares, Chairman de EY Spain y Kike Sarasola, fundador y presidente de Room Mate Hotels.

Por parte de Thinking Heads, moderaron Eric Bergasa (socio) e Irene Alonso (consultora senior).

Como ya apuntó Eric Bergasa al inicio de su exposición, la intención de este intercambio de opiniones de una hora de duración era «sacar algunas conclusiones “al vuelo” sobre cómo este maremoto está transformando el tejido empresarial y tambaleando los cimientos de la economía». En un escenario que cambia casi cada día, es difícil hallar certezas. Pero sí es posible sacar algunas buenas conclusiones de la forma en la que están gestionando esta crisis algunas empresas de gran relevancia.

Percepción desigual de la crisis

Belén Barreiro comenzó exponiendo algunas consideraciones que se están teniendo en cuenta a la hora de estimar la vuelta de los ciudadanos al consumo. Según comentó, la percepción es desigual: algunas personas creen que el efecto negativo de la crisis será pasajero mientras otras consideran que durará más. Y se da un hecho curioso: algunos son más pesimistas de lo que correspondería a su situación. «Es decir, creen que les irá peor de lo que realmente les irá».

Este impacto y percepción desiguales dificultan sobremanera las previsiones de consumo, aunque una cosa está clara: «los hogares más vulnerables son los más afectados según todos los indicadores». Otros segmentos que despiertan su preocupación son las familias con hijos y también los jóvenes. «Ellos no acusan el impacto sanitario pero son muy conscientes del impacto económico. Son los primeros en salir de las empresas porque tenían los contratos más precarios».

En su intervención inicial, Barreiro esbozó lo que para ella son algunas de las claves de la crisis actual: la atención mediática masiva a través de medios y redes sociales, la aceleración de la digitalización y un tercer factor en el que coincidirían más adelante los otros ponentes: un aumento de las actitudes solidarias y las ganas de ayudarnos unos a otros.

¿Cómo afrontan la crisis las empresas?

Una palabra fue sin lugar a dudas la más repetida cuando los ponentes fueron preguntados sobre su forma de abordar la crisis en el seno de su empresa: incertidumbre.

«No sabemos cuándo abriremos. Aunque legalmente pueda abrir mis hoteles, si no hay restaurantes, bares y otros lugares alrededor, no tendré clientes. Las personas viajan por todas estas cosas. Ahora mismo estoy un poco pesimista», se lamentó el empresario hotelero Kike Sarasola, que dijo percibir la economía como un todo circular y transversal en el que unos negocios dependen de otros.

Federico Linares, por su parte, pasó el testigo a las administraciones públicas: «Necesitamos medidas concretas, ágiles y efectivas. El tema de los ERTE, la flexibilidad laboral… son temas a abordar. ¿Cómo se van a pagar? Necesitamos un plan de estímulo al consumo y a la actividad empresarial. Si no, vamos a tener complicado salir de esto de forma más o menos rápida».

Estuvo de acuerdo con esto Kike Sarasola, que fue tajante: «El dinero no está llegando a las pymes. Como no nos den liquidez, no salimos adelante». El fundador de Room Mate Hotels fue crítico con las condiciones de los créditos ICO. «El banco tiene derecho a pedir un aval sobre el 30 % que nos da. Pero resulta que el Estado también pide aval para su 70 %. Así que se convierte en un crédito simple y corriente avalado por el empresario al 100 %».

Próximos pasos para la recuperación

Eric Bergasa preguntó entonces a los ponentes sobre las siguientes fases en la recuperación de sus empresas. Federico Linares hizo en este punto una reflexión de gran valor: «Uno de los grandes problemas es que necesitamos tomar en las próximas diez semanas decisiones para los próximos diez años».

EY fue una de las primeras empresas en instaurar el teletrabajo en toda su plantilla y, a pesar de que trabajan en remoto sin dificultades, les preocupa el medio y largo plazo: «El riesgo consiste en descapitalizarse en materia de talento. Estamos apagando fuegos todos los días. Pero si en unos meses hemos perdido talento, lo vamos a pasar aún peor. Por eso hacen falta medidas por parte del gobierno y de todos nosotros. En la situación actual, no podemos configurar equipos que funcionen con los mismos modelos de liderazgo que antes. Nos interesa la capacidad de aprendizaje de las organizaciones. Nos preocupa mucho el talento y la transformación digital».

A esta apología de los equipos y el talento, Kike Sarasola añadió otro elemento clave, a su juicio, para la recuperación: la anticipación. «Llegan los fuegos y hay que apagarlos. Lo que yo pido ante eso es movilidad y anticipación. Por ejemplo: si sabemos que al principio tendremos que vivir del turismo local, en el caso de nuestro sector, pues empecemos a pensar ya en esas estrategias. Anticipémonos a lo que viene, hagamos atractivo nuestro país para los que todavía no se pueden ir fuera».

Otro elemento clave es, según estos expertos, la cohesión: «Esto es un coche que se ha parado en la carretera y tenemos que empujar entre todos», ilustró Sarasola, que afirmó que en su sector se encontraban bastante cohesionados, a pesar de que, según apuntó Belén Barreiro, el sector turístico y el hostelero son dos de los más afectados.

Otra clave que mencionaron para esta recuperación fue la transformación digital. Barreiro considera sentirse afortunada con su equipo porque ya tenían solucionado el reto digital. «Vamos a seguir trabajando desde casa hasta septiembre. Tengo gente muy profesional y cualificada, un equipo responsable, así que hemos tenido una transición maravillosa. En sectores como el de la consultoría, es más fácil teletrabajar», contó.

Los valores y las personas

Desde Thinking Heads, aprovechamos para hacer una breve encuesta entre las personas que se conectaron al summit. Les preguntábamos qué factor había sido determinante en sus empresas para transitar durante este mes y medio. Estas son las respuestas que dieron, ordenadas de mayor a menor porcentaje:

  • Tecnología y digitalización
  • Creatividad, innovación y capacidad de adaptación
  • Personas y equipos
  • Liquidez que tenía la compañía

Informado sobre esta encuesta, Federico Linares comentó que todas ellas habían influido en el caso de su empresa, pero destacó un quinto elemento que presentó como la suma de los otros cuatro: los valores. «Somos una compañía muy transparente. En nuestra organización nos gusta contarnos las cosas. Nos comunicamos de manera abierta y sincera. Somos humildes. Nos gusta preguntar, responder, escuchar…»

Kike Sarasola coincidió con esta importancia de los valores y relató cómo, con el 100 % de su actividad paralizada, Room Mate Hotels decidió poner camas a disposición de los enfermos de COVID-19 cuando el director de sanidad de la Comunidad de Madrid dijo que hacían falta. «Room Mate no es una empresa, es una filosofía de vida. Cuando vimos que hacían falta camas, fuimos de cabeza. Se lo dije a mi equipo y todos, las 1.300 personas que tenemos en todo el mundo, se volcaron. Nuestra única obsesión era ayudar».

Testimonios como este dejan claro que el propósito empresarial último no va a ser sustituido por la emergencia económica. Dicho propósito compone la razón de ser de las empresas. Es más, Linares opina que esta crisis va a hacer que «se entienda mucho mejor para qué estamos las empresas en la sociedad. Viendo sonreír a Kike se ve claro a qué me refiero», dijo en alusión a su compañero de mesa redonda. «Es que es eso. Para eso estamos las empresas en la sociedad. No solo para ganar dinero. Esas sonrisas, esa motivación, el valor en la sociedad, el medioambiente, las comunidades… Todo eso no puede salir de una crisis. Ahora se verá si de verdad existían esos propósitos».

Belén Barreiro hizo una reflexión final sobre cómo variará la reputación de las empresas según cómo hayan afrontado el tiempo de crisis. «Antes estaba la idea del “consumidor revolver”, extremadamente crítico con las grandes empresas y la banca. Eso no lo estamos viendo ahora. Estamos viviendo un paso de ese consumidor rebelde a uno benevolente que se está fijando mucho en cómo están ayudando las grandes empresas y no adopta actitudes cínicas. Sí adopta una reacción de apremiar a que la empresa sea generosa con la sociedad o de desprecio hacia las que no lo son», reflexionó, comentando que se trataba de un momento «particularmente bonito en ese sentido. Un momento de agradecimiento, un consumidor sensibilizado y abierto a reconocer el trabajo de las grandes empresas».

A este positivismo se sumaron los mensajes de los otros ponentes: «Quiero poner una nota de optimismo. No creo que esta crisis sea tan larga. Creo que hay que aguantar hasta después del verano. Después, empezaremos a ver la luz a final del túnel», fue la previsión de Sarasola, que al mismo tiempo expresó su gran preocupación sobre las pymes que no tienen las mismas facilidades que las empresas más grandes.

El cierre de la jornada corrió a cargo de Daniel Romero-Abreu, presidente de Thinking Heads, que recordó que «las instituciones deben convertirse en referentes para reducir esa incertidumbre» de la que se hablaba al principio, y subrayó que al frente de ellas, en esta crisis en la que tanto los aciertos como los errores resultaban más notables que nunca, estaban los grandes líderes. «Es muy fácil no cumplir con las expectativas de la ciudadanía o dejarse llevar por el oportunismo. Hay que dar soluciones efectivas que refuercen la institución a la que el líder pertenece. Los valores no podemos construirlos ahora, los traemos de antes», finalizó, coincidiendo con los ponentes en este sentido.

Poco tiempo, sin duda, para un tema tan complejo; pero un enérgico intercambio de opiniones que nos dejó algunas ideas claras: en la nueva etapa, deben primar los valores, los equipos, la anticipación y la cooperación. Con el apoyo de todos, será más fácil levantarse.

Vídeo de la mesa redonda: