Consejos para posicionarte como referente en un área

Ser un referente, ser un experto, ser bueno en algo; hay muchas formas de llamarlo, pero la pregunta del millón suele ser si se nace o se hace. En el mundo actual, donde toda la información se encuentra alcance del usuario, a todas horas, de la forma y en el momento que éste quiera, ¿cómo conseguir que acudan a nosotros para proporcionarles esa información en lugar de a otros? ¿Cómo ser un referente, el referente que buscan? Hoy ésta parece la pregunta más adecuada. A continuación, te ofrecemos algunas claves que te ayudarán conseguirlo.

La práctica hace al maestro

En el libro “Outliers: The story of success”, Malcolm Gladwell planteaba la “regla de las 10.000 horas”, según la cual este sería el tiempo que uno debería dedicar a una actividad para convertirse en un experto en ella. Inspirada en un estudio del psicólogo sueco Anders Ericsson y su teoría de la “práctica deliberada”, esta regla no tardó en popularizarse. Sin embargo, muchos estudios posteriores han cuestionado que este método sea el único responsable de sobresalir en un ámbito. A pesar de ello, se sigue considerando uno de los motivos fundamentales.

Cuando hablamos de práctica, pensamos en deporte, o en instrumentos, pero la práctica se aplica a todos los ámbitos; el informático debe practicar programación para conseguir mejorar sus habilidades, el empresario su capacidad de negociación, el profesor su oratoria. De modo que sí, hay que practicar, porque la práctica hace al maestro.

La persistencia, ¿la madre de la ciencia?

Se dice que la experiencia es la madre de la ciencia. Este título bien podría concederse a la persistencia. Es otra de las características personales que nos harán destacar del resto: ser constante en el trabajo que se quiere hacer da resultado. En una entrevista a Thinking Heads, Toni Nadal, entrenador de tenis de élite, apuntaba lo siguiente; “para destacar hay que tener buena perseverancia, estar dispuesto a trabajar cada día e intentar mejorar día a día”. Es un comentario habitual entre aquellos que destacan en sus campos: el trabajo es fundamental.

Pasión

Aunque pueda parecer evidente, el entusiasmo y la dedicación son asunto crucial a la hora de ser referentes en cualquier materia.  Así se corroboró en un estudio sobre músicos expertos, que halló una relación entre la pasión que un individuo demuestra por una materia y su nivel de excelencia en ella.

Recibir feedback es bueno, hacer self-coaching también

Es imposible mejorar en algo sin recibir crítica constructiva, sin obtener feedback. Si pensamos en artistas, como grandes pintores, músicos o escultores, veremos que tuvieron un mentor, una figura encargada de señalar los aspectos a mejorar. Según el psicólogo Anders Ericsson y su equipo, aquellos que cuentan con la motivación de buscar este feedback, tienen más posibilidades de destacar en su ámbito.

Añadido a ello, el individuo que es capaz de aprender de sus propios errores para evitarlos en el futuro (self-coaching) sin duda está mejor preparado para el éxito.

Ser creativos

El tan recurrido “thinking out the box” puede que suene a viejo slogan, pero no deja de ser una de las piezas fundamentales en este puzzle. Con un mercado competitivo, donde los usuarios tienen todo a su alcance y buscan siempre el mejor servicio, la capacidad de ser creativos nos diferencia automáticamente del resto. No importa a qué materia nos refiramos, la creatividad es siempre nuestro aliado.

En esta línea, Duncan Wardle, Vicepresidente de Innovación y Creatividad de Walt Disney señalaba que “con el nivel de disrupción que se avecina en el mercado en la próxima década, la habilidad de pensar creativamente crecerá en importancia, mientras las compañías buscarán esa habilidad esencial más y más”. De modo que ser creativos se presenta como una cualidad indispensable de cara al liderazgo en un ámbito.

Talento

Todas las anteriores claves tan sólo podrían surtir efecto cuando se cuenta con un aspecto primordial: el talento. El talento permite que el esfuerzo y la dedicación sean fructíferos, que la creatividad prospere y que, mediante la constancia y motivación, los resultados se produzcan con mayor facilidad.

Estas claves pueden considerarse el denominador común del experto. Aplicables a cualquier ámbito de trabajo, sus efectos han sido avalados por estudios empíricos, respaldando que todas ellas forman parte del camino al expertise.

 

Si quieres saber más, puedes leer:

Bonneville-Roussy, A., Lavigne, G. L., & Vallerand, R. J. (2011). When passion leads to excellence: The case of musicians. Psychology

Ericsson, K. A., Prietula, M. J., & Cokely, E. T. (2007). The making of an expert. Harvard business review, 85(7/8), 114.

Hambrick, D. Z., Oswald, F. L., Altmann, E. M., Meinz, E. J., Gobet, F., & Campitelli, G. (2014). Deliberate practice: Is that all it takes to become an expert?. Intelligence, 45, 34-45.