La reciente encuesta mundial de CEO realizada por la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC), destaca el pesimismo y la incertidumbre extendida entre los CEO de todo el mundo ante la coyuntura global. La desaceleración del crecimiento económico y los ingresos de las empresas se ven con cierta inquietud desde la bancada CEO. Según este informe, la cifra de presidentes y consejeros delegados que se muestra confiado en la evolución próxima de estos indicadores supone solo el 27% de los encuestados, el dato más bajo desde 2009. ¿A qué se debe esta falta de esperanza? Entre las principales amenazan, observan la sobrerregulación como la más importante, seguida de los conflictos comerciales avivados por las duras negociaciones entre Estados Unidos y China, y en tercer lugar, un crecimiento económico incierto ante el anuncio de una posible crisis económica en el horizonte. La incertidumbre política también quita el sueño a los CEO españoles y de todo el mundo, además de la sombra de los ciberataques.

Estos datos siguen en la línea de la última encuesta de PwC, en la que los CEO mostraban un claro escepticismo respecto al crecimiento económico global, un 53% de los CEO prevé una desaceleración económica en los próximos doce meses.

Sin embargo, hay que interpretar estos datos de manera cautelosa. El trabajo empírico se llevó a cabo previo a un primer acuerdo comercial entre las dos economías más grandes del mundo, las de Estados Unidos y China. Aún en fase inicial, este acuerdo aterriza incertidumbres que ahora se concretan en medidas como el aumento de exportaciones agrícolas y energéticas estadounidenses en el gigante asiático. Aunque esto podría relajar la tensión percibida desde el mundo empresarial, cabe mencionar que se prevé que el próximo objetivo de la administración estadounidense sea la revisión del comercio con la Unión Europea, por lo que este respiro bien podría ser momentáneo. La noticia, sin embargo, parece haberse recibido con alivio por los CEO de diversas multinacionales, según evidenció el último Foro Económico Mundial en Davos celebrado entre los pasados 21 y 24 de enero, apuntaba The Wall Street Journal. JPMorgan & Chase hacía referencia incluso a un “efecto de confianza” a raíz del acuerdo. Está por ver si esta confianza se extenderá a todas las regiones, o veremos un panorama más fragmentado.

CEO: el Top 10 mundial

Una de las grandes incógnitas del acuerdo comercial EEUU-China tiene que ver con las implicaciones para el sector tecnológico. Este sector es demás el más valorado en el país norteamericano, según el último Global 500 2020, elaborado por Brand Finance. Este ranking, que agrupa las marcas y CEO más valorados, publicó la pasada semana su Top 10 CEO:

  1. Marilyn Hewson, CEO de Lockheed Martin
  2. Bernard Arnault, CEO de Louis Vuitton
  3. Michael S. Dell, CEO de Dell
  4. Ma Hutenge, CEO de Tencent.
  5. Tim Cook, CEO de Apple.
  6. Christopher J. Nassetta, CEO de Hilton.
  7. Reed Hastings, CEO de Netflix.
  8. Satya Nadella, CEO de Microsoft.
  9. Arne M. Sorenson, CEO de Marriott
  10. Akio Toyota, CEO de Toyota.

Se bajan del Top 10 Jeff Bezos (Amazon) que en 2019 ostentó el número 1, y este año desaparece de la lista; Robin Li (Baidu); Ginni Rometty (IBM); Bob Iger (Disney); Qingping Li (China CITIC Bank) y Fred Smith (FedEx). A pesar de ello, Amazon repite como marca más valorada del mundo, por tercer año consecutivo, seguida de Google, Apple, Microsoft y Samsung, evidenciando el éxito reputacional del que goza el sector tecnológico. Amazon es también la marca más valiosa del mundo según el ranking elaborado por BrandZ, logrando en 2020 sobrepasar a Google, que hasta ahora ocupaba el primer puesto.

Estamos ante un escenario cambiante por ambas partes. Por un lado, los CEO y directivos que pueden haber visto modificada su percepción de la situación global en términos económicos de manera relativamente rápida, siendo ahora más dependiente que nunca de la volátil actualidad internacional. Por otro lado, el caso de Bezzos, líder empresarial más valorado del mundo que deja de serlo en cuestión de un año, sin colocarse entre los diez primeros nombres, es un síntoma de que las marcas y sus representantes también están expuestos a esta volatilidad en lo que se refiere a su percepción pública.