La relevancia de las mujeres en los avances hacia un mundo más sostenible es ya incontestable. No solo por las líderes que guían el sentir y el hacer global sino también por creciente concienciación femenina respecto al consumo. Es decir, para muchas mujeres es más importante conocer qué hay tras los servicios y productos que utilizan y exigir a las empresas una gestión responsable.


Con el lema »igualdad de género hoy para un mañana más sostenible, las Naciones Unidas han impulsado este 8M una reflexión global sobre el papel del liderazgo femenino en la lucha contra el cambio climático y el agotamiento de los recursos.

Este lema pretende llamar la atención sobre dos cosas: la primera es que las mujeres y niñas sufren en mayor medida la crisis climática, puesto que ésta impacta más en personas más vulnerables y las mujeres constituyen la mayoría de la población con menos recursos.

Mira aquí el testimonio de 15 mujeres líderes que han contribuido a poner en alto el papel de las mujeres y las niñas en nuestra sociedad.

La segunda, que las mujeres y niñas son “líderes eficaces y poderosas” en la lucha contra la emergencia climática y a favor del desarrollo sostenible, y por ello es necesario trabajar por la igualdad de género, destacando el papel de la mujer e impulsando el empoderamiento de mujeres y niñas para mitigar los efectos del cambio climático y reducir los riesgos de desastre y ambientales.

 

Las mujeres Millennials y Generación Z priorizan los comportamientos sostenibles

Una de las maneras de participar en la batalla a favor de la sostenibilidad es hacer que nuestras decisiones como consumidores dependan de lo que exigimos a las empresas. Algunos estudios ya apuntan que las mujeres muestran un comportamiento más reflexivo y preocupado por el desarrollo sostenible en sus hábitos de consumo, y que esto además se ha intensificado con la pandemia. De la misma manera, también se observa la creciente importancia que los temas de sostenibilidad tienen entre las generaciones más jóvenes, poniendo de manifiesto la necesidad de tener en cuenta estos aspectos en el desarrollo de nuevos productos y servicios, o en la publicidad.

El estudio de percepción de los sectores económicos españoles, lanzado recientemente por Thinking Heads, avanza en la misma línea. Al preguntar a la población española por su valoración de las compañías y sectores más relevantes para la generación de empleo y riqueza, encontramos que las mujeres Millennials y Generación Z priorizan el comportamiento ético y la responsabilidad medioambiental en mayor medida que los hombres de su misma generación, una diferencia de hasta un 5% y 4%, respectivamente.

 

Los más jóvenes se muestran más críticos con las políticas medioambientales

Si analizamos las preocupaciones y prioridades entre distintas generaciones sobre el sector económico en su conjunto, observamos diferentes expectativas entre los grupos más jóvenes y los más mayores.

Las generaciones mayores (Silent, Boomers y Generación X) dan más importancia al cumplimiento de las normativas, a la transparencia y a que los productos sean modernos y de calidad, mientras que para las generaciones más jóvenes (Millenials y Generacion Z o Alfa), las políticas medioambientales, la promoción de la igualdad o diversidad o el trato a empleados tienen tanta o más relevancia que estos aspectos.

Es decir, cuanto más joven es el consumidor, más exigente se muestra con el comportamiento de las empresas más allá de los productos o servicios que ofrecen. La valoración media de los jóvenes sobre el ámbito social de las compañías y sectores analizados (creación de empleo, promoción de la igualdad y diversidad…) es, en conjunto, 2,5 puntos menor que la de sus mayores acerca del ámbito social de la empresa, en escala de 0 a 100: son más críticos.

Este segmento tiene como prioridad la sostenibilidad y basa sus decisiones de compra en la evaluación que hace de las políticas de sostenibilidad de las empresas. Los jóvenes, artífices y defensores de movimientos de protesta como Fridays for Future, se fijan en el impacto de su actividad, políticas de gestión de residuos, el envasado, la claridad del etiquetado, la proximidad de materias primas o si se testa en animales. Esta exigencia puede variar en función del producto o servicio que está pensando contratar, y concretamente son las mujeres jóvenes las que muestran un mayor nivel de preocupación o interés en este sentido, superando en importancia más de 5 puntos porcentuales los aspectos ambientales y cerca de 4 puntos porcentuales los aspectos sociales con respecto a los hombres de su misma edad, dentro del porcentaje total de aspectos que explican o componen la reputación.

Mira aquí el testimonio de 15 mujeres líderes que han contribuido a poner en alto el papel de las mujeres y las niñas en nuestra sociedad.

 

Las mujeres jóvenes, las más exigentes en materia de sostenibilidad

La brecha generacional se corresponde también con las diferentes percepciones según el género. Así, las mujeres jóvenes preguntadas en nuestro estudio (Generación Z y Millenials) son el colectivo más exigente con la responsabilidad medioambiental y social, y también las más críticas. De todas las variables estudiadas, los aspectos relacionados con la ESG suponen un 67 % de la reputación otorgada a los sectores analizados, cinco puntos más que para el grupo de mujeres más adulto.

Es decir, para este colectivo en concreto, dos tercios de la nota que ponen a una compañía o sector depende de su contribución al desarrollo sostenible.

Esto no es más que un reflejo de la transformación que se está produciendo en la sociedad y pone de manifiesto la relevancia de la gestión responsable por parte de las empresas y del importante papel de las mujeres, sobre todo las más jóvenes como agentes de cambio social. El foco puesto por las Naciones Unidas en este aspecto para este 8 de marzo no deja de recoger una creciente sensibilidad sobre la importancia del impacto positivo de la actividad económica.